
Agroturismo Son Vives
Este ha sido un proyecto muy estimado, primero por la familia para quien lo diseñaba con una filosofía de aprecio total en el campo de Menorca y segundo por la oportunidad de proyectar en un entorno tan idílico de Menorca.
Me encontré un grupo de casas principal muy distribuido con un anexo largo y diáfano. En su entorno había varías construcciones auxiliares con diferentes usos.
La primera decisión era cómo organizar el funcionamiento del hotel con la colocación de las dependencias, así finalmente situamos la recepción-vestívulo en el edificio principal. Esta requería un espacio amplio y mejor si podía disfrutar de las vistas en el norte. La única intervención estructural fue para conseguir esto, se realizaron dos estintolaments para poder prescindir de dos paredes maestras y conseguir esta imagen de bienvenida importando en un espacio en forma de «4».
Las habitaciones tenían que seguir la línea del entorno, sueño planteadas sencillas, con muebles de obra, pero con una sutileza moderna en la distribución y la iluminación. Si tenían elementos originales de las casas se dejaron, como el cuello de cisterna. Se optó para situar la suite en la planta primera. Todas tienen terraza privada con vistas.
A la anexa existente se situó el restaurante y la cocina, diseñamos un cenador en forma de «L» que lo ligaba y lo integraba mes con las casas principales.
Teníamos claro que las casas tenían que tener el protagonismo junto con el jardín de entrada por el que decidimos aplacar las construcciones auxiliares, ahora también habitaciones, con piedra gris de allá mismo, Son Vives. Y destacar las casas en blanco.
También se dio mucha importancia al abastecimiento propio de agua y de energía.
En el proyecto se ha querido fusionar pasado y presente para volver la vida al lugar y convertirlo con un agradable espacio de descanso menorquín, rodeado de caballos, vacas, productos de km O y buen queso!